miércoles, 27 de agosto de 2014

EL FINAL DE LOS TIEMPOS

Las características fundamentales que marcan el último período de esta Civilización son las consecuencias nefastas creadas por las indisciplinas humanas, que están dominando ya a toda la Humanidad.

El magnetismo inferior, generado por el atavismo de la carne y los pensamientos disolutos, se recrudece y expande, formando un ambiente peligroso para la existencia humana acorde con la Ley.

Es una época en la que se observan verdaderas fatigas espirituales y predomina la negligencia hacia los valores de las zonas más elevadas de la Vida Cósmica. Las energías primitivas, que han ido saturando progresivamente el "hábitat", han aumentado la desaprensión, el gusto se ha pervertido. En consecuencia, el aura de este orbe también se ha saturado, alcanzando sus fronteras "astro etéreas" con otros planetas, surgiendo entonces las malas influencias astrológicas, que los astrónomos terrestres tanto subestiman.

Se ha formado un intenso océano de fuerzas magnéticas, malignas, agresivas y sensuales, que se expanden y convergen en un círculo vicioso cada vez más peligroso para la integridad espiritual de aquellos que son devotos de las cosas superiores. El más débil pensamiento licencioso encuentra abundante alimento para aventajar e influir mejor en los cerebros ávidos de sensaciones inferiores.

El deletéreo contenido del ambiente instiga a las peores sensaciones, predominando el egocentrismo del mundo animal inferior. Hay un insidioso y voluptuoso convite en el aire, y los seres obedecen fácilmente a un comando pervertido, que los impele hacia los placeres animalescos.

Predomina la influencia satánica y aumenta el gusto por las sensaciones brutales y licenciosas. El clima físico se ha vuelto propicio para la sugestión perversa y destructiva de las fuerzas de las tinieblas. Se han acelerado los conflictos entre los hombres, las guerras se han transformado en pavorosos mataderos científicos. Se desarrollan acontecimientos espantosos, crímenes indescriptibles y taras peligrosas. Se han debilitado los propios vínculos sentimentales que aún permitían la mínima moral posible.

Los Ingenieros Siderales, que crean los mundos bajo la dirección técnica de la Suprema Ley, conocen y prevén perfectamente las épocas psicológicas en que deben ocurrir los desajustes periódicos de cada conjunto espiritual reencarnado.

En consecuencia, las modificaciones físicas de los planetas se ajustan, herméticamente, a las purificaciones y rectificaciones de sus humanidades, cuando tienden hacia la insania colectiva. Ese ajuste, previsto con sobrada antelación, beneficia al orbe, como también mejora su coeficiente físico y por lógica su posición planetaria, favoreciendo a sus moradores, que son seleccionados para una existencia más armónica.

Nos recuerda a una casa comercial que se halla próxima a la quiebra, e interviene la Ley Jurídica para evitar mayores perjuicios al patrimonio colectivo. Eso es lo que va a ocurrir con nuestro planeta Tierra en estos tiempos finales.

Que Dios, nuestro Padre Creador, os bendiga, os proteja y os cuide.

Cariñosos saludos.